Radiodelmar.cl conversó con el pescador artesanal y dirigente Mapuche Williche del Archipiélago de las Guaitecas, Daniel Caniullan, uno de los defensores del mar y que participó en la reciente Conferencia de los Océanos de la ONU, que se desarrolló en Junio, en Niza, Francia.
Melinka, Región de Aysén. 23 de junio de 2025. (radiodelmar.cl)– Mientras en la Conferencia de los Océanos (Niza, 2025) los pueblos originarios exigían mayor participación en políticas ambientales, en la Expo Osaka (Japón), el expresidente Frei criticaba la Ley Lafkenche. Frente a esto, Daniel Caniullan, de los territorios Williche del pueblo Mapuche, y que participó en la Cumbre de Niza, dijo a radiodelmar.cl que “la mirada de los pueblos originarios costeros es invaluable. Llevamos milenios conviviendo en armonía con el mar, los bosques y la fauna, sin destruir los ecosistemas”.
En Niza, Caniullan aseguró que “desde Chile hasta Asia y África, demostramos que las políticas internacionales sin nuestra visión son una conducción a medias”. Los políticos, con su enfoque técnico o económico “no comprenden esa íntima amistad que tienen los Pueblos Originarios con la naturaleza”.
El pescador artesanal y dirigente de comunidades Williche del Archipiélago de las Guaitecas afirmó que después de la Conferencia de los Océanos esperan “que las políticas internacionales puedan incidir para que los gobiernos que forman parte de esta organización mundial construyan políticas públicas de la mano con los territorios”.
- ¿Cuál es el aporte de los Pueblos Indígenas a la discusión internacional sobre el Océano?
“Fue muy importante la presencia de muchos pueblos originarios de Asia, África, América, Sudamérica. Es muy valiosa la mirada y el aporte que hacen los pueblos originarios costeros que habitan milenariamente en los territorios conviviendo de la mejor manera con el medio ambiente, ya sea en el área marítima como en el bosque, como con la fauna silvestre que existe en el mar y en tierra. Esa cosmovisión es la que diversos pueblos han hecho entender a muchos políticos internacionales que muchas veces tienen una mirada más técnica, más económica, nosotros creemos que sin la visión y el respaldo de los pueblos originarios las políticas públicas a nivel internacional prácticamente se verían como una conducción a medias. Entonces es fundamental la opinión de los pueblos originarios porque por miles de años hemos convivido con el medio ambiente no para destruirlo sino para subsistir. Los políticos nacionales o internacionales no entienden la gran amistad íntima que tienen los pueblos originarios con la naturaleza.”
- ¿Creé que el gobierno de Chile tiene una postura de apoyo a los planteamientos de los pueblos originarios, especialmente a los pueblos costeros Mapuche?
«El Estado de Chile mantiene una deuda por muchos años con los pueblos costeros, ya sean Mapuche, Kawesqar o Rapa Nui. Lamentamos que el Estado de Chile promueva en el mundo y quiera liderar la idea de proteger el 30% del océano de aquí al 2030, pero el Estado no está atendiendo las demandas de los pueblos originarios.
Hoy la Patagonia está recibiendo una sobrecarga de usos industriales y no existen estudios de capacidad de carga. Muchos de estos ecosistemas están cada vez más frágiles y el gobierno hace oídos sordos a las demandas que manifestamos los pueblos originarios para cuidar y poder aplicar un derecho constituido a través la ley 20.249, la Ley Lafkenche.
El gobierno no ha tenido la voluntad ni la sensibilidad de otorgar dichos espacios para desarrollar las actividades en estos territorios. Se ha hecho una fuerte campaña del terror en contra de las demandas de la ley Lafkenche. Muchas veces hay malos comentarios, malintencionados, infundados que en su gran mayoría provienen del poder empresarial, de la industria que quiere seguir privatizando el mar. Por lo tanto, el Estado chileno no está atendiendo y mantiene la deuda con los pueblos originarios en materia marítima.»
- ¿Después de esta Conferencia, qué se viene para para ustedes, qué planes tienen?
«Después de esta conferencia esperamos que las políticas internacionales puedan incidir para que los gobiernos que forman parte de esta organización mundial construyan políticas públicas de la mano con los territorios y donde se les dé la libertad a los pueblos originarios de desarrollar economías territoriales. Nuestros pueblos no están en contra de los desarrollos, pero (nos oponemos) cuando esos desarrollos se inclinan para un sector, y muchas veces esos sectores ni siquiera son personas que viven en los territorios, sino que son inversionistas de otros países. Si el gobierno quiere hablar de justicia y de equidad, tiene que aplicar el equilibrio y también permitir que los pueblos costeros, en este caso a través de la ley Lafkenche, se nos dé la libertad para que podamos desarrollar actividades económicas que son compatibles con el territorio y con el medio ambiente.
Esa es una gran deuda que tiene el Estado, que hace oídos sordos cuando las comunidades demandan sus propios territorios. Por lo tanto nosotros vamos a seguir insistiendo, luchando, para que una ley que fue aprobada en un 100% en el Congreso, como la ley 20.249, no tenga cambios, porque fue una ley construida de la mejor manera, y aquí lo que tiene que hacer el Estado es reconocer ese derecho y respetarlo. Si no lo respeta, la demanda y el conflicto entre el Estado y las comunidades costeras se va a mantener, y eso hablaría mal de los políticos de este país llamado Chile.»*****FIN*****
