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Temuco
11 diciembre 2024

Comunidades Mapuche se pronuncian de forma crítica por trabajo y resultados de Comisión de Paz y Entendimiento

Derivado del análisis entre organizaciones, comunidades, autoridades tradicionales, actores políticos y sociales mapuche en Wallmapu, trawün de fecha 15 y 16 de agosto, 6 de septiembre de 2024, en la ciudad de Temuco,  las comunidades difundieron el documento titulado «Relación entre el Estado de Chile y Pueblo-nación Mapuche, perspectiva política y alcances sobre la Comisión Presidencial Para la Paz y el Entendimiento: bases para un diálogo»


Aquí puede acceder al documento completo

Aquí publicamos los comentarios finales:

Comentarios finales

La necesidad de construcción de acuerdos requiere una disposición y una voluntad por parte del Estado de reconocer materialmente los hechos que él mismo en un pasado generó, entregando toda la evidencia necesaria para reconstruir la multiplicidad de casos y situaciones en los que se sufrió despojo. Y como si eso no hubiese sido suficiente, la pérdida territorial también significó una constante negación e inferiorización de la condición de Pueblo-nación mapuche y sus integrantes.

Es, por lo tanto, de suma importancia, que la interlocución sea a través de una institucionalidad propia del Pueblo-nación mapuche que actúe como una contraparte que vele por los intereses del pueblo-nación y que permita establecer los canales de diálogo con el Estado. Esto a su vez, persigue el objetivo de avanzar en el reconocimiento por parte del Estado de las múltiples dimensiones que quebró con su invasión y establecer una instancia de esclarecimiento bilateral y que respete los principios de justicia y de reparación integral, para que, en el presente, permitan reparar este daño fundante que fue perpetuándose a lo largo de distintas generaciones.

Dada las profundas implicancias del asunto, se hace necesario la presencia de un veedor internacional que permita garantizar que el acuerdo se realice de una manera transparente.

Así mismo, este tipo de observadores destacan por una imparcialidad necesaria al momento de resolver cuestiones de una profundidad histórica aún inconmensurable.

A su vez se requieren de voluntades políticas, sobre todo cuando se trata de entendernos como Pueblo-nación Mapuche en condición de sujeto de derecho que, amparado en nuestro derecho a la libre determinación, debe ejercerse y de otra manera. El desconocimiento de esto lleva a que se reproduzcan sesgos etnocentristas que, no sólo deben ser corregidos, sino que necesitan gestos y actitudes negativas que van desde la omisión hasta el daño a los que siguen perpetuando y que afectan nuestros derechos fundamentales en todas las dimensiones.

La historia de la relación de Chile con Wallmapu evidencia, que uno de los tantos puntos de anclaje del conflicto ha radicado en el interés del Estado de Chile sobre nuestro territorio físico, el cual se centra fundamentalmente en el aprovechamiento de sus recursos naturales y su explotación para sustentar el crecimiento económico del país y su desarrollo, en contraposición de nuestra filosofía y conocimiento, la cual reconoce que la abundancia, el desarrollo y bienestar, están fomentados por el equilibrio y protección del territorio, es decir la interacción armónica entre todos los componentes que lo componen. Por ende, el impacto de este modelo de desarrollo en Wallmapu, afecta negativamente y de manera multidimensional nuestro territorio, las relaciones y las vidas que lo habitan.

Finalmente, se requiere el cese del ataque de las políticas públicas chilenas, política penal, legislaciones en contra de nuestros derechos y el cese de la omisión o actitud permisiva del Estado en cuanto los servicios que componen la apropiada y diversa estructura social, para la pérdida de la posesión, dominio, la propiedad de tierras ancestrales. A la vez, el cese de las imposiciones que, bajo el lema de la “proteccionista indígena” del derecho interno. Lo anterior como un gesto político de alivio a favor del diálogo como un medio resolutivo y no como una diferenciadora de las formas en que se abordó el conflicto por los gobiernos anteriores, los que sostenida y sistemáticamente establecieron coerción como respuestas de solución.


La imagen está incluida en el documento publicado en este artículo


 

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