Por eso hasta hoy día
canto aún con alegría
un canto de esperanza
al recordar mi historía
y para seguír soἢando
el nuevo sol y un mundo
donde hombres cantando
volverán a ser hermanos.
Por: Oscar Llancaman Loncochino
noviembre de 2024
MELINKA
En Futawillimapu
las tierras Williche
yo me crié campeche
y entre Warriache
y choros de Osorno
donde llegué becado
con grandes sueἢos
de solo quince aἢos
Pero por andar solo
por ser choro o lacho
me webiaron en coro
los winka y los fachos
y hasta los morochos
pero por cuatro aἢos
me hicé comunacho
hasta el golpe facho.
Al golpe me hicé mirista
para seguír en la lucha
contra el trewa fascista
y la pandilla charcha
que mandaba el winka
que con ayuda gringa
hacian lo que le tinca
pero chupaban pinga.
En el setenta y cinco
me agarrarón preso
con primos y mi viejo
y otros compaἢeros
fuímos al calabozo
los trewa del estado
nos dieron con todo
en Osorno y Santiago.
En la Villa Grimaldi
pasamos un infierno
y después de reposo
fuímos confinados
a Tres Alamos todos
para sanar las llagas
entre los camaradas
detrás de las murallas.
Tres Alamos fué la estadía
después de las torturas
ante el viaje a Melinka
donde viejos camaradas
contentos nos cantaban
la canción de la alegría
al llegar al campamento
a pasar las penas juntos
con gusto por algo justo.
El campo de Melinka
estaba entre las dunas
rodeado de alambrada
con torres de vigilancia
y comandos de marina
para pasar todo el día
en deporte y artesanía
o con caldo de cabeza.
Un día llegó noticias
que publicó la prensa
sobre la gran matanza
de nuestros camaradas
en Brasil y Argentina
declaramos una huelga
durante una semana
sin comida y sin agua.
Varios hicímos ayuno
casi cién prisioneros
por eso fuímos aislados
hasta que prometieron
investigar los hechos
y que no se cantaría
ni durante la marcha
ni al hizar la bandera.
Trás ganar la batalla
nos llegó la represalia
mas control de la visita
de maldad en venganza
mataron a las mascotas
Fifí que había salvado
fué también masacrado
cuando fué encontrado.
En esa noche negra
faltaba la esperanza
pero nació una niἢa
como nueva promeza
en una fría maἢana
y fué la mejor noticia
que nos volvío el alma
y certeza en la causa.
Mas ella se fué un día
pero nos dejó alegría
una semilla de dicha
a recordar en la vida
y en nuestra historia
aún recuerdo a la niἢa
que nació en Melinka
entre mapuche y winka.
Al fin me llegó la hora
de dejar atrás Melinka
con alegría y con pena
dejé a mis camaradas
que para mi cantaban
el himno de la alegría
a seguír en la lucha
y hasta la victoría.
Pero me ganó Pinocho
otra vez salí perdiendo
y en el setenta y ocho
de veinte y cinco aἢos
me condenó al exilio
para vivir en Suecia
con toda mi familia
hasta una nueva vida.
Por eso hasta hoy día
canto aún con alegría
un canto de esperanza
al recordar mi historía
y para seguír soἢando
el nuevo sol y un mundo
donde hombres cantando
volverán a ser hermanos.
Oscar Llancaman Loncochino
* Sapmi-Suecia 2024 *