En la noche del 10 de agosto (2025), el ejército israelí asesinó al reportero de Al Jazeera Anas al Sharif en un ataque selectivo contra una tienda de campaña que albergaba a un grupo de periodistas cerca del hospital al Shifa, en Gaza. Este ataque, reivindicado por las autoridades israelíes, también mató a otros cinco profesionales de los medios, cuatro de los cuales trabajaban o habían trabajado para la cadena catarí Al Jazeera: el corresponsal Mohammed Qraiqea, el videorreportero Ibrahim al-Thaher, Mohamed Nofal, asistente de cámara y conductor ese día, Moamen Aliwa, periodista independiente que trabajaba para Al Jazeera, además de a Mohammed al Khaldi, también periodista independiente, creador de un canal de información en YouTube. En el ataque también resultaron heridos los reporteros independientes Mohammed Sobh, Mohammed Qita y Ahmed al Harazin.
Reivindicado por el ejército israelí, este ataque reproduce una táctica ya utilizada contra periodistas de Al Jazeera. El 31 de julio de 2024, el ejército israelí mató a los reporteros Ismail al Ghoul y Rami al Rifi en una operación selectiva también reivindicada por las fuerzas de defensa del pais, que sucedió a una campaña de desprestigio contra Ismail al Ghoul, acusado, al igual que Anas al Sharif, de “pertenencia a organización terrorista”. Hamza al Dahdouh, Mustafa Thuraya y Hossam Shabat, trabajadores todos del canal catarí, también han sido víctimas de este método denunciado por RSF.
Ya en octubre de 2024, RSF había advertido de la inminencia de un ataque contra Anas al Sharif tras las acusaciones vertidas por el ejército israelí. La comunidad internacional, con la Unión Europea, el Reino Unido y los Estados Unidos a la cabeza, hizo oídos sordos a estas advertencias. En virtud de la resolución 2222 de 2015 sobre la protección de los periodistas en situaciones de conflicto armado, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene la obligación de reunirse de urgencia tras este nuevo asesinato extrajudicial cometido por el ejército israelí.
Desde octubre de 2023, RSF ha presentado cuatro denuncias ante la Corte Penal Internacional (CPI) para pedir que se investigue lo que califica de crímenes de guerra cometidos por el ejército israelí contra periodistas en Gaza.