Para los futuros profesionales de la salud, esta interacción les permite mirar la ciencia con una perspectiva más amplia, conectada con el territorio, las personas y sus culturas.
Universidad de Playa Ancha
Durante la jornada, compartió sus conocimientos ancestrales Patricia Antillanca, lonco de la comunidad, quien les mostró las especies cultivadas en su huerta, además de reflexionar sobre su aplicabilidad. “Es importante poder traspasar este conocimiento a los jóvenes que están estudiando enfermería. Nuestra medicina natural también sana, y es importante que ellos la conozcan, la comprendan y la valoren”, comentó.
La actividad se enmarca en los lineamientos de la Política Institucional de Vinculación con el Medio de la UPLA, al promover una interacción significativa donde el aprendizaje no se limita al aula, sino que se enriquece a través del diálogo con comunidades del territorio, siendo apoyada por el Fondo de Metodologías activas. Esta propuesta fomenta el respeto por la diversidad cultural y el reconocimiento de la medicina mapuche como un saber legítimo.
“Parto de la base de que ya no basta con entregar conocimiento. La educación actual debe desarrollar habilidades como el pensamiento crítico y la alfabetización científica. Este tipo de actividades invita al estudiante a reflexionar sobre su entorno y conectar los contenidos con la realidad que los rodea. Las metodologías activas como esta son parte de la educación del futuro”, señaló el docente Manuel Martínez Lobos, académico de la asignatura Química General y Orgánica.
Tras la visita, las y los estudiantes continuarán su trabajo en aula, analizando las composiciones de las especies vegetales conocidas en la comunidad, contrastando su uso tradicional con la evidencia científica disponible, integrando así teoría y práctica en un contexto real y significativo.
“Me parece entretenido informarme sobre cosas que antes no conocía. Me sorprenden todos los usos que tienen las plantas y es muy bueno saberlo”, afirmó Costanza Gálvez, estudiante de segundo año de Enfermería. En tanto,
su compañera Atenea Bahamondes valoró la experiencia como un aporte concreto a su formación: “Es una buena instancia para conocer el punto de vista de la medicina natural desde lo químico. Creo que nos ayuda a aprender
de otra forma”.
Esta experiencia permitió tender puentes entre la química y la medicina ancestral, además de abrir un espacio donde el conocimiento académico y el saber tradicional dialogan en igualdad de condiciones. Para los futuros profesionales de la salud, esta interacción les permite mirar la ciencia con una perspectiva más amplia, conectada con el territorio, las personas y sus culturas.